¿Dónde está esa caricia
que ahogué en mi bolsillo?
¿Dónde quedaron
las semillas que no planté? ¿Y el regalo que no abrí?
¿Dónde está el correo que
no envié?
¿A dónde fue la planta que no regué? ¿Por
dónde ambulan los sueños de la noche que no dormí?
¿Dónde está el párrafo
escrito que no guardó el ordenador?
¿A dónde viajó el
cuento que no escribí?
No se lo dije y
tragué saliva, una arcada con su sabor
amargo me visitó, allí se perdieron la palabra que no pronuncié y el beso que
no di.
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